Salvaje la vida, vivida desde lo salvaje.
Salvaje una caricia, un te quiero, esos ojos hermosos, bajo la luz de este cielo.
Salvaje son colmillos bañados en sangre, los pelos de punta, un tiro en el pecho, y seguir adelante.
Salvaje un traje gris y llegar siempre tarde, hacer en amor en la playa, borracho y sin depilarse.
Salvaje es serlo todo y no ser nada. Tirarse desde un avión, sin equipaje ni almohada.
Salvaje somos tú y yo, las cerezas y los carruajes.
Salvaje mi cuerpo, la piel de mis ojos y el imperio romano, sin pintura ni ensamblaje.
Salvaje el espacio vacío, aun no queriendo ser salvaje.
Salvaje es sangrar por el ombligo, un “te quiero” a una madre, aún si nunca estuvo contigo.
Salvaje es Patagonia y sus tempestades, montañas y sueños vivos cuando terminan en cadáver.
Salvaje es el calor y el frío, las cosas atemporales, un abrazo enamorado y los fuegos artificiales.
Salvaje es Lucifer, el lobo y la luna llena. La violación de un infante y un verdugo que no se entera.
Salvaje es el agua, que pasea sin un traje. Que te ahoga o te alimenta, sin importarle tu ropaje.
Salvaje es arrancar los pétalos de esta flor. Morir en un atasco, entre los gritos y el calor.
Salvaje es el parto de una jirafa, un árbol de navidad. Escuelas con barrotes, para secuestrar la dignidad.
Salvaje es que te parta un rayo, enamorarse de un payaso. Celebrar con carne y vino, el comenzar del mes de mayo.
Salvaje es caerse del telesilla, pillar en la cama a tus padres, sentir el fuego en el cuerpo y sufrir con pesadillas.
Salvaje es el mundo del olvido, un amanecer en el desierto y un bofetón a quien te ha herido.
Salvaje es no ser salvaje, cortarse las venas, una piel inerte y un corazón partido.
Salvaje es la heroína, el niño jugando en el parque y el bufón en la misma partida.
Salvaje es ir desnudo, a una fiesta de disfraces, vender algodón dulce, a quien ahora recién nace.
Salvaje es ser prudente, y a la vez salvaje. Quemarse los ojos con el sol y vivirlo todo como un viaje.
Salvaje la muerte, la tuya y la mía,
como la misma vida, cuando se escapa sin ser vivida.